“Esto es la mierda que se hace en Burgos, tío”. La voz rimada de Victor Rutty despega alta y clara desde un páramo hecho de bombo y caja. Segunda noche de disturbios en Gamonal. Segunda noche y todavía todo el mundo se pregunta dónde hostias está Gamonal. Como si hubiera nacido hoy. Como si hubiera brotado de la nada, de una grieta que le ha nacido al pesimismo, al “esto no lo cambia ni dios, porque no va a pasar y además es imposible”. ¿No era que el parque y la puta plaza donde generación tras generación nos fumamos los porros y nos bebemos los litros eran un puto laberinto? Tal vez siga sin haber salida. ¿Y qué? Tal vez no haya que buscar una salida porque no hay un afuera. Pero al menos ahora sabemos que estamos vivos. La metáfora de los zombies suena muy bien, pero ya cansa. Sí, The Walking Dead y todo eso. Me la bajo de Internet, me la meriendo y me deja frío. Tal vez es que no estamos muertos, que nunca estuvimos muertos. O tal vez sí y, como los zapatistas, decidimos morirnos para vivir. Un puto cementerio hecho de chandals, tattoos, pitbulls, carros tuneados, malos y buenos rollos. Un puto cementerio lleno de vivos. Habrá que reinventar los mapas y que todos se parezcan a los títulos de crédito de Juego de Tronos: campos de batalla que surgen de la tierra y del hielo. Habrá que cambiar los mapas porque todo ha cambiado. Por arriba Game Over, por abajo New Game. Esto no ha hecho más que empezar. Segunda noche de disturbios y todavía todo el mundo se pregunta dónde está Gamonal. Se necesitan nuevos mapas cuando emergen nuevos territorios. No estaba escrito, Burgos no estaba escrito. Se necesitan nuevos mapas cuando emergen nuevas formas de vida: Youtube le gana por goleada al telediario. Una puta pista de baile en la que los públicos nos hacemos productores, en la que los espectadores nos convertimos en los principales actores. La peña ha tomado al asalto la comunicación y la señal llega alta y clara desde Gamonal. Como la buena mierda de Milicia 02: “Camina o revienta, la vida te obliga a hacer la vista gorda y a creer sus mentiras, cierran hospitales pero no las heridas de este pueblo que sangra, de esta gente dolida”. Rap. Burgos City. Segunda noche de disturbios. Parece que no era que estábamos muertos. Cada chaval y cada chavala, cada vecino y cada vecina. Todos son repetidores. Desde sus teléfonos móviles lanzan la señal que inunda Youtube. Todos lo estamos viendo. No hay mediaciones, ni representaciones, ni traducciones. En vivo y en directo. El viaje del objeto del enunciado al sujeto de la enunciación. El Talking Head de la Sexta, la cuarta o la cadena que sea dice que lo están rompiendo todo, pero no es cierto. Mienten, como siempre mienten. [...] (#Gamonal Mixtape. Ángel Luis Lara. www.madrilonia.org,)
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viernes, 16 de mayo de 2014
Gamonal, un barrio obrero en lucha
“Esto es la mierda que se hace en Burgos, tío”. La voz rimada de Victor Rutty despega alta y clara desde un páramo hecho de bombo y caja. Segunda noche de disturbios en Gamonal. Segunda noche y todavía todo el mundo se pregunta dónde hostias está Gamonal. Como si hubiera nacido hoy. Como si hubiera brotado de la nada, de una grieta que le ha nacido al pesimismo, al “esto no lo cambia ni dios, porque no va a pasar y además es imposible”. ¿No era que el parque y la puta plaza donde generación tras generación nos fumamos los porros y nos bebemos los litros eran un puto laberinto? Tal vez siga sin haber salida. ¿Y qué? Tal vez no haya que buscar una salida porque no hay un afuera. Pero al menos ahora sabemos que estamos vivos. La metáfora de los zombies suena muy bien, pero ya cansa. Sí, The Walking Dead y todo eso. Me la bajo de Internet, me la meriendo y me deja frío. Tal vez es que no estamos muertos, que nunca estuvimos muertos. O tal vez sí y, como los zapatistas, decidimos morirnos para vivir. Un puto cementerio hecho de chandals, tattoos, pitbulls, carros tuneados, malos y buenos rollos. Un puto cementerio lleno de vivos. Habrá que reinventar los mapas y que todos se parezcan a los títulos de crédito de Juego de Tronos: campos de batalla que surgen de la tierra y del hielo. Habrá que cambiar los mapas porque todo ha cambiado. Por arriba Game Over, por abajo New Game. Esto no ha hecho más que empezar. Segunda noche de disturbios y todavía todo el mundo se pregunta dónde está Gamonal. Se necesitan nuevos mapas cuando emergen nuevos territorios. No estaba escrito, Burgos no estaba escrito. Se necesitan nuevos mapas cuando emergen nuevas formas de vida: Youtube le gana por goleada al telediario. Una puta pista de baile en la que los públicos nos hacemos productores, en la que los espectadores nos convertimos en los principales actores. La peña ha tomado al asalto la comunicación y la señal llega alta y clara desde Gamonal. Como la buena mierda de Milicia 02: “Camina o revienta, la vida te obliga a hacer la vista gorda y a creer sus mentiras, cierran hospitales pero no las heridas de este pueblo que sangra, de esta gente dolida”. Rap. Burgos City. Segunda noche de disturbios. Parece que no era que estábamos muertos. Cada chaval y cada chavala, cada vecino y cada vecina. Todos son repetidores. Desde sus teléfonos móviles lanzan la señal que inunda Youtube. Todos lo estamos viendo. No hay mediaciones, ni representaciones, ni traducciones. En vivo y en directo. El viaje del objeto del enunciado al sujeto de la enunciación. El Talking Head de la Sexta, la cuarta o la cadena que sea dice que lo están rompiendo todo, pero no es cierto. Mienten, como siempre mienten. [...] (#Gamonal Mixtape. Ángel Luis Lara. www.madrilonia.org,)
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