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martes, 7 de febrero de 2017

Entrevista a Simone de Beauvoir

Jean Louis Servan: Buenas noches. Probablemente es la primera vez que veis a Simone de Beauvoir. Como Jean-Paul Sartre, su compañero de vida, hasta este año se negaba a aparecer en televisión. El público la conoce por sus obras y novelas como Les Mandarins (Los Mandarines), premio Goncourt 1954, o Les mémoires d’une fille rangée (Memorias de una joven formal), ya que Beauvoir se cuenta entre las grandes escritoras actuales. Pero es por un ensayo, Le deuxième sexe (El segundo sexo), publicado hace más de 25 años, por el que ha jugado un papel histórico en la evolución de las ideas de nuestra época. Estos dos densos volúmenes, difíciles, describían y explicaban, por primera vez, el papel secundario que ocupan las mujeres en la humanidad. Si El Capital de Marx sirve de referencia ideológica para los comunistas, las feministas del mundo entero tienen este libro. Algunas personas encontrarán que esta comparación es desproporcionada, puesto que todavía no son capaces de medir el alcance de las transformaciones que el éxito del feminismo producirá en el mundo en el que vivimos. Es esta fuerza naciente, portadora de un cambio profundo, lo que Simone de Beauvoir nos explicará esta noche.
Si tuviéramos que hacer un resumen del El segundo sexo, lo que evidentemente es muy complicado, éste podría quizás girar alrededor de una idea, que ha sido a menudo recuperada desde entonces, pero que me gustaría que me explicara: no se nace mujer, se hace.

Simone de Beauvoir: Sí, esa es la fórmula que resume la totalidad de mis tesis. Lo que significa es muy simple, quiere decir que ser mujer no es un hecho natural, es el resultado de una historia. No existe ningún instinto biológico o psicológico que defina a la mujer como tal. Es la historia la que la construye. Primero, la historia de una civilización que determina su situación actual. Y, por otra parte, para cada mujer particular, es la historia de su vida, de su infancia la que la determina como mujer, la que crea en ella algo que no es dado desde el nacimiento, el “eterno femenino”, la “feminidad”. En los estudios psicológicos realizados con niños se muestra cómo se profundiza más en la cuestión de la sensibilidad en los bebés femeninos, como la bebé es construida para convertirse en una mujer. Hay un excelente libro que acaba de escribir la escritora italiana Elena Belotti, Del lado de las niñas, donde se muestra cómo desde antes de que el niño nazca o sea incluso consciente, se inscribe esto en su cuerpo, en la manera de mamar, de acunar, etcétera. Se inscribe en su cuerpo lo que más tarde aparecerá como un destino. [...]

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