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miércoles, 13 de diciembre de 2017

¿Qué es el antidesarrollismo?

Entrevista realizada a Miquel Amorós en el Forat de la Vergoña, Barcelona, 23 de mayo de 2014. Publicada en El Antidesarrollista, nº 1, Montevideo, agosto de 2015.

EA: ¿Podrías explicar brevemente en que consiste la idea, el concepto o la teoría del antidesarrollismo? ¿Cuándo y dónde se origina exactamente?

MA: No es fácil explicarlo en pocos minutos. Digamos que después de un balance del fracaso de las luchas sociales obreras en los años 70 y el nacimiento del movimiento antinuclear, observamos que allí donde había grandes movimientos era, precisamente, en los escenarios de destrucción del territorio, como por ejemplo, en las construcciones de centrales nucleares, centrales térmicas, autopistas, pantanos… En mi caso fue un análisis que aunó la vieja teoría social, la vieja teoría libertaria, anarquista, con la crítica ecologista tal como la hacía Murray Bookchin, y con las críticas al crecimiento de académicos como Kenneth Boulding, N. Georgescu-Roegen, Herman E. Daly y Donella Meadows. Éstos habían señalado que el capitalismo, a medida que iba creciendo, alcanzaba unos límites, y si pasaba de ellos, podía destruir el planeta, agotar sus recursos y conducir la sociedad hacia su propia aniquilación. Tal desastre sería selectivo: los que primero pagarían y sufrirían las consecuencias serían, precisamente, las clases populares, no los responsables, las clases dirigentes.

Estos análisis, en un principio, se encontraron con un fenómeno como la globalización, que significaba un paso más adelante en el desarrollismo: era la mundialización del desarrollo, la integración de todo el planeta en un proceso de crecimiento sin fin. Este proceso devoraba muchos recursos, energéticos sobre todo, que no eran renovables y que son los primeros que dieron la alarma. A estas alturas estamos viendo ya las consecuencias de 30 años de desarrollismo extremista y salvaje: la destrucción de la agricultura tradicional, la industrialización de cualquier actividad (de la producción, de los servicios y de la vida misma, pues la vida ya se rige por pautas industriales). El antidesarrollismo es un antiindustrialismo, una oposición a la locura industrializadora de la sociedad capitalista.

El antidesarrollismo, tiene un escenario urbano, son los barrios que defienden sus modos de vida específicos cada vez más arrasados y, sobre todo, las luchas en defensa del territorio, porque el territorio se convierte en soporte de infraestructuras y, también, en fuente de recursos energéticos (el territorio es la principal fuente de riqueza explotable). No excluimos la ciudad, que forma parte del territorio. Esto sería más o menos lo que podría entenderse como crítica antidesarrollista, es decir, la crítica social tal como podría concebirse ahora, al nivel actual de desarrollo capitalista. [...]



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