No voy a hacer la lista de agravios que sufrió mi familia, hay miles de historias iguales o parecidas por los territorios de España; sin embargo, sí quiero dedicar un sentido recuerdo a mis seres queridos, ya fundidos con la tierra, luchadores y dignos hasta donde pudieron llegar y les dejaron.
Hoy me siento triste porque me ha tocado vivir una época marcada por el posibilismo, la desmemoria, la cobardía y la indignidad. Porque se ha perdido el afán de lucha sin cuartel que caracterizó aquella época heroica y sangrienta. Se han abandonado los sueños de transformación, el orgullo de estar imbuido por un espíritu revolucionario, a pesar de los pesares. Me avergüenzo de estos tiempos y no me siento hermanado con la gente que los habita; todavía sigo llevando un nuevo mundo en mi corazón, mas me cuesta compartirlo con las personas que me rodean.
No sé lo que nos deparará el futuro, nadie puede saberlo, pero sí sé lo que deparó el pasado. Si pudiera elegir mi muerte me gustaría volver atrás en el tiempo y compartir mi último aliento, mi alegría de estar vivo, con aquellas personas, hermanos y hermanas de lucha, que se lanzaron a la calle el 18 de julio de 1936, unos armados con fusiles otros simplemente con su arrojo y la fuerza que les proporcionaban su ideas, dispuestas a defender con sus vidas las únicas causas razonables que dotan de sentido a la existencia: la libertad y la revolución social.
Edward Martin
Sumario:
- 1936. Edward Martin
- Y el 18 de julio estalló la revolución en España
- Pablo Iglesias y sus idioteces
- XV Campamento Libertario CNT León
- Saldremos de esta
Suscribo. No sé si encontraré un sitio en esta soziedad, ni sé si me importa ya encontrarlo.
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