lunes, 8 de agosto de 2016

Siglo XXI nº 13

Cada año desde que tengo uso de razón, cuando llega el 18 de julio siento una tristeza especial que me ensimisma. Digamos que mamé ese malestar en mi casa, con mis padres y mis familiares más próximos; todos ellos, supervivientes de la guerra civil. Nunca hablaban de ella cuando había criaturas delante, pero cuando estaban a solas sí, recordaban, lloraban y maldecían su suerte. Se lamentaban de lo cerca que habían tenido la revolución y con ella el advenimiento de una nueva sociedad.
No voy a hacer la lista de agravios que sufrió mi familia, hay miles de historias iguales o parecidas por los territorios de España; sin embargo, sí quiero dedicar un sentido recuerdo a mis seres queridos, ya fundidos con la tierra, luchadores y dignos hasta donde pudieron llegar y les dejaron.
Hoy me siento triste porque me ha tocado vivir una época marcada por el posibilismo, la desmemoria, la cobardía y la indignidad. Porque se ha perdido el afán de lucha sin cuartel que caracterizó aquella época heroica y sangrienta. Se han abandonado los sueños de transformación, el orgullo de estar imbuido por un espíritu revolucionario, a pesar de los pesares. Me avergüenzo de estos tiempos y no me siento hermanado con la gente que los habita; todavía sigo llevando un nuevo mundo en mi corazón, mas me cuesta compartirlo con las personas que me rodean.
No sé lo que nos deparará el futuro, nadie puede saberlo, pero sí sé lo que deparó el pasado. Si pudiera elegir mi muerte me gustaría volver atrás en el tiempo y compartir mi último aliento, mi alegría de estar vivo, con aquellas personas, hermanos y hermanas de lucha, que se lanzaron a la calle el 18 de julio de 1936, unos armados con fusiles otros simplemente con su arrojo y la fuerza que les proporcionaban su ideas, dispuestas a defender con sus vidas las únicas causas razonables que dotan de sentido a la existencia: la libertad y la revolución social.

Edward Martin

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1 comentario:

  1. Suscribo. No sé si encontraré un sitio en esta soziedad, ni sé si me importa ya encontrarlo.

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