miércoles, 23 de septiembre de 2015

Operación Peineta

«El terrorismo anarquista se ha implantado en España y hay riesgo de atentados.» ABC, 12 junio 2014
«Once detenidos en una operación contra el “terrorismo anarquista”.» LA RAZÓN, 17 diciembre 2014
«El juez libera a los anarquistas de la Operación Pandora.»  EL PAÍS, 30 enero 2015
«Objetivo: la coronación de Felipe VI. Los anarquistas detenidos planearon lanzar un artefacto contra la comitiva real.» EL MUNDO, 31 marzo 2015
«Radiografía del anarcoterrorismo.» Patricia Ortega Dolz, EL PAÍS, 12 abril 2015
«Amplio operativo de los Mossos contra el “terrorismo anarquista” en Barcelona.» LA VANGUARDIA, 7 mayo 2015
«Ascienden a 15 los anarquistas detenidos e Interior dice que pretendían “sembrar el terror”.»
«La “Operación Piñata” se ha desarrollado en Madrid, Barcelona, Palencia y Granada. Se les acusa de sabotajes y colocación de artefactos explosivos.»
«Se trata de al menos tres mujeres y de 11 hombres. […] Del total de detenciones, nueve se han practicado en Madrid, tres en Barcelona y dos en Palencia, mientras se han registrado más de veinte inmuebles, entre ellos los principales centros sociales “anarcoinsurreccionalistas” de la capital.» EL MUNDO, 7 mayo 2015
«Objetivo típicamente terrorista»
¿Qué? ¿No te habías enterado, no? Los anarquistas detenidos el 30 de marzo de la denominada Operación Piñata pretendían atentar contra Felipe VI.
Una noticia digna de copar todas las portadas durante días y ahí se ha quedado, en la página 12 de la sección nacional de El Mundo y como un punto más en el supuesto historial de los detenidos en la nota distribuida por la agencia EFE que han difundido numerosos medios. ¿Por qué este silencio? ¿Qué nos quieren ocultar? Leyendo la noticia firmada por Ángeles Escrivá en El Mundo con el titular reproducido al principio de este artículo hemos llegado a una rápida conclusión: esta movida no se la creen ni ellos mismos.
«Pero sin duda, el episodio más llamativo lo constituye un encuentro para realizar una especie de pre planificación para el lanzamiento de un artefacto incendiario contra la comitiva de don Felipe y doña Leticia el día de su coronación, para “deslucir” y, como consecuencia, intentar desestabilizar los actos. Aunque la historia no pasase, al final, de una conversación.»
Un objetivo tan típicamente terrorista como «deslucir», que viene entrecomillado porque a la periodista o se le ha ido la mano con el cortapega del informe policial o le han pasado algún tipo de grabación, y una «especie de preplanificación» (!) que se queda en «una conversación». Que al final nada pero que bueno, como titular está bastante guapo así que va, adelante.
«Según las fuentes policiales consultadas, varios de los detenidos se reunieron en Madrid, coincidieron en los efectos perjudiciales del sistema monárquico, y llegaron a la conclusión de que cualquier acción, por pequeña que fuera, contra la avalancha institucional que se estaba preparando, tendría sus efectos.»
Un grupo de anarquistas se reúnen para llegar a la conclusión de que la monarquía no les gusta y deciden hacer cosas, aunque sean pequeñas, al respecto. ¿En serio? Cuéntame más…
Parece que finalmente la acción para «deslucir», por pequeña que fuera, era ni más ni menos que lanzar un artefacto incendiario, no sabemos qué artefacto ni a dónde o a qué iba a ser lanzado. J. Garín, DIAGONAL, 16 abril 2015
«Amplio operativo de los Mossos contra el “terrorismo anarquista” en Barcelona.» LA VANGUARDIA 7/05/2015
«Once detenidos en una operación contra el “terrorismo anarquista”.» LA RAZÓN, 17/12/2014
«El terrorismo anarquista se ha implantado en España y hay riesgo de atentados.» ABC, 12/06/2014
«El juez libera a los anarquistas de la Operación Pandora.» EL PAÍS, 30/01/2015
«Radiografía del anarcoterrorismo.» EL PAÍS, Patricia Ortega Dolz, 12/04/2015
Los titulares de los periódicos que abren esta introducción, enmarcan el contexto histórico en que se desarrollan los cinco actos cuadros de esta obra. La pretensión del autor es básicamente pedagógica y agitativa, impulsora de la reflexión y de la acción como antídoto a la sumisión y al silencio cómplice. La idea que subyace en la obra es la de inducir al resistente a una dinámica de constante movimiento que solo se detiene, temporalmente, cuando sea necesario decidir un cambio de estrategia. La vida es movimiento, es acción, lo contrario supone la extinción.

El texto presenta pinturas posibles en una exposición de acontecimientos reales que han sucedido no hace mucho en España y que se vienen repitiendo con diversas escenificaciones represivas desde tiempo inmemorial. NNo resulta novedoso afirmar que el monopolio de la violencia se encuentra del lado del Estado, y que esa violencia la utiliza a su antojo para defender y mantener los privilegios de aquellos que necesitan de su existencia para vertebrar las relaciones de opresión. [...]

Edward Martin


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