Esta obra de teatro plantea un escenario cotidiano, íntimo, de confrontación entre generaciones diferentes, y la visión particular de cada una del momento actual. Expone reflexiones abiertas sobre cómo se conquistan las libertades, cómo se pueden afrontar los retos perennes de la transformación social; y también abre el debate sobre los distintos papeles que cada ciudadano puede desempeñar en la tensión constante entre opresores y oprimidos. Cada individuo tiene una responsabilidad que debe asumir, nadie es inocente si permanece impasible ante la injusticia. En ese contexto los personajes discuten, se enfrentan y conmueven. El espectador participa en la obra desde fuera del escenario con las contradicciones que la trama dramática le genera.
jueves, 15 de septiembre de 2016
El perroflauta
Desde el 15 de mayo de 2011 una parte de la población de este país ha empezado a despertar y a ocupar las plazas, convirtiéndolas en lugares emblemáticos de discusión y resistencia. Muchos acontecimientos se han vivido en ellas, emocionantes, alegres, incluso dolorosos. Hemos aprendido, como niños hambrientos, saberes y formas de lucha que permanecían archivadas en la biblioteca del olvido. Hoy somos más ricos en valores e ideas que hace unos meses; ese conocimiento adquirido nos impulsa hacia un horizonte de libertad y de contestación social, inquebrantable ante la pérdida de derechos que el mundo financiero y su fiel sirviente, la clase política, tratan de imponernos para mantener sus privilegios.
Esta obra de teatro plantea un escenario cotidiano, íntimo, de confrontación entre generaciones diferentes, y la visión particular de cada una del momento actual. Expone reflexiones abiertas sobre cómo se conquistan las libertades, cómo se pueden afrontar los retos perennes de la transformación social; y también abre el debate sobre los distintos papeles que cada ciudadano puede desempeñar en la tensión constante entre opresores y oprimidos. Cada individuo tiene una responsabilidad que debe asumir, nadie es inocente si permanece impasible ante la injusticia. En ese contexto los personajes discuten, se enfrentan y conmueven. El espectador participa en la obra desde fuera del escenario con las contradicciones que la trama dramática le genera.
Esta obra de teatro plantea un escenario cotidiano, íntimo, de confrontación entre generaciones diferentes, y la visión particular de cada una del momento actual. Expone reflexiones abiertas sobre cómo se conquistan las libertades, cómo se pueden afrontar los retos perennes de la transformación social; y también abre el debate sobre los distintos papeles que cada ciudadano puede desempeñar en la tensión constante entre opresores y oprimidos. Cada individuo tiene una responsabilidad que debe asumir, nadie es inocente si permanece impasible ante la injusticia. En ese contexto los personajes discuten, se enfrentan y conmueven. El espectador participa en la obra desde fuera del escenario con las contradicciones que la trama dramática le genera.
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