jueves, 12 de noviembre de 2015

Siglo XXI nº 3

Necesitaríamos muchas páginas para enumerar todos los males que nos aquejan, y tampoco serviría de mucho porque esa lista no expresaría más que lo que es, un lamento plañidero, irrisorio, fruto de la frustración y la desesperación. A pesar de ello, podemos hablar de variadas cosas. La primera, la que más nos ha entusiasmado, ha sido la derivada del rasgar de vestiduras de los medios de comunicación y los tertulianos, ante la camisa rota del director de recursos humanos de Air France. ¿Qué dirían entonces si le hubieran colgado? No quiero ni imaginarlo. Parece que dejar a un lado la sumisión que nos domina es un puro y simple acto de barbarie que se aleja de lo políticamente correcto. Desde nuestro punto de vista, el no poder tener asegurados los medios de subsistencia básica es una agresión desmedida que sufren y sufrimos millones de personas en el mundo; sin embargo, esta consideración parece alejarse de lo aceptable por los demócratas e institucionalistas de turno. Eres demócrata si votas y callas, pero no lo eres si te levantas contra la opresión y reivindicas lo que te pertenece por derecho natural. A lo mejor, el problema de tanto escándalo mediático es que los padres de la patria están demasiado acostumbrados al silencio de los corderos y no pueden soportar que ni uno solo se salga del rebaño. Quizá si la sociedad capitalista fuera reducida a cenizas y construyéramos en libertad un nuevo mundo, más igualitario y justo, podríamos solucionar definitivamente el problema de los tertulianos y sus sandeces, que tanto nos alteran, y no habría que rasgar más camisas.

Cambiando de tema, como las elecciones se acercan es interesante considerar la posibilidad de hacer algún tipo de resistencia a la participación en las mesas electorales por decreto. Deszensu electoral nos ofrece alternativas interesantes para que realicemos alguna objeción al respecto, cada persona según sus posibilidades.

Por último, queremos hacer una referencia al goteo de suicidios que se produce día a día, de personas aisladas que afrontan en soledad la miseria de la vida cotidiana, tanto material como afectiva, que buscan una salida rápida en la muerte autoinducida. Ante esta realidad solo podemos reafirmarnos en nuestra defensa del Apoyo Mutuo como base de la existencia humana, a partir del cual podemos construir una vida colectiva más acogedora y generosa en afectos.

Sumario

No hay comentarios:

Publicar un comentario